Los Cabos: ¿Adrenalina o descanso?

Los entusiastas del ecoturismo y las aventuras, tendrán en Los Cabos uno de los más amplios menús de diversiones que pudieran imaginar. Empecemos por definir preferencias. ¿Una caminata por los senderos del desierto? ¿Una travesía en bicicleta de montaña hasta Punta Gorda o hasta la Reserva Natural de Cabo Real? ¿Una cabalgata que ofrezca una espectacular vista de los cañones rocosos y lugares especiales para fotografiar El Arco? ¿Quizá sólo quieras llevar tu caballo a galope por playas desiertas. Si los equinos parecen demasiado convencionales ¿Qué tal un paseo a lomo de camello, seguido de una tradicional comida mexicana? También hay emociones motorizadas, como travesías por el desierto en un vehículo 4x4, durante la cual un experto te revelará los senderos secretos hacia a las maravillas de Baja California Sur.

Si el agua es tu elemento, bucear y esnorquelear en el Mar de Cortés será una de las grandes experiencias de tu vida. Para experimentar la velocidad en el agua, intenta surfear en playa Acapulquito. Pero el repertorio no acaba aquí. El wakeboarding pone a prueba tus reflejos al llegar a la playa para ahí practicar acrobacias. Si deseas surcar las olas arrastrado por un paracaídas, ahí hallarás instructores y renta de equipo para kiteboarding. El límite de la adrenalina lo pone un salto en el bungee.

En la bahía de La Paz, de enero a junio puedes nadar con tiburones ballena, siempre bajo la supervisión de un guía. Dado que las ballenas son mamíferos, estos peces son los más grandes del mundo. De junio a septiembre siempre hará falta una mano para la conservación de las tortugas en Los Cabos. Naturalistas expertos guían a los visitantes para que estos adopten y acompañen a una cría de tortuga en su primer caminata hacia el océano.

Por supuesto, hay vías más tranquilas para tener contacto con la naturaleza. ¿Qué tal remar a tu ritmo en una canoa hasta el estuario San José? El Mar de Cortés es uno de los cuerpos de agua con mayor biodiversidad en el mundo. Todas sus islas están bajo protección de la UNESCO, con el título de “Bioreserva Patrimonio de la Humanidad”.